Il monte sacro e la comunità indigena dei Pemones, siamo in Venezuela!
La montaña sagrada y la comunidad indígena de los Pemones, ¡estamos en Venezuela!
(Se arrivi al finale dell’articolo ti aspetta in regalo la guida per visitare il Monte Roraima e la Gran Sabana)
Nel gran territorio della Gran Sabana, tra valli ondulate, fiumi rigogliosi e cascate si erge lui, il Monte Roraima.
Sembra l’inizio di una fiaba e chissà che per le comunità che popolano questi territori lo è per davvero, una fiaba che intrecciata con leggende e miti, scorre nelle vene di chi queste valli le popola da sempre.
Siamo in Venezuela da un paio di settimane, l’ingresso non è stato semplice, diciamo che il primo tentativo di coima (espressione latina che significa letteralmente multa per trasgressione ma che nella realtà indica corruzione) si è reso visibile sin da subito in frontiera (frontiera terrestre per la precisione) ma, fortunatamente, ne siamo usciti illesi.
La pianificazione della nostra prima escursione in terra Venezuelana era iniziata da mesi, quando ancora eravamo in Brasile. Ci avevano parlato di 1000 dollari a persona e già a questa notizia era scattata la ricerca incallita per verificare prezzi e possibilità perché, va bene che Venezuela è cara e già lo sapevamo in partenza, ma questo prezzo sembrava pura follia.
Così, dopo un mese e poco più persi nel labirinto dei contatti che ti passano altri contatti e che ti passano altri contatti ancora siamo arrivati a lui, Alexander, la nostra guida Pemon. La persona che più di tutti ci ha trasmesso onestà e amore per quello che fa. Grazie a lui abbiamo potuto negoziare un prezzo secondo alcune condizioni e grazie a lui sopratutto abbiamo potuto vivere quest’esperienza anche con Tobby, il nostro cane.
Entrare in questa parte del Venezuela, arrivando dal Brasile, è riprendere fiato, tornare a respirare a pieni polmoni. Dopo molti chilometri di traffico, caos, rumore, ansia ed estremo caldo brasiliano, la Gran Sabana ti accoglie con le braccia aperte, regalandoti di nuovo quell’energia rinvigorente combinata a una stanchezza fisica che è però rinnovamento mentale. La sua brezza mista al suo silenzio ci ricorda ancora una volta che la sensazione di essere nel posto giusto, per noi, non ha niente a che vedere con la città, è solo immersione nella natura.
Quel contatto con le comunità locali che tanto abbiamo cercato in Brasile qui ancora sopravvive. Popolata interamente da comunità indigene fiere di esserlo, di bambini scalzi che salutano curiosi e che giocano per le vie principali con giocattoli che sembrano vere opere di riciclo artistico, di case di argilla, fiumi e cascate che scorrono e portano con se minerali preziosi come il quarzo e il diaspro (che qui prende il nome di Jaspe), la Gran Sabana sembra essere un’oasi naturale ferma nel tempo che dipende economicamente ed unicamente dal turismo, sopratutto di provenienza brasiliana.
Cuore pulsante della Gran Sabana e del Parco Nazionale Canaima lui, il Monte Roraima, è il monte sacro che ogni Pemon prima o poi scalerà e che all’interno della comunità è ancora oggi oggetto di leggende e racconti tramandati oralmente da quelli che una volta erano antenati sciamani.
Simbolo di forte energia e connessione con la terra, il monte sacro e più alto della catena di Tepuy.
“Mundo perdido”. così chiamato perché la sua storia ci accompagna da 2 milioni di anni.
Madre di tutte le acque così si conosce nella mitologia indigena.
Montagna azzurra, questo significa letteralmente in lingua Pemon.
“Pezzettino di cielo sulla Terra”.
Caratterizzato da un’ecologia preistorica che si incontra solo qui.
Una formazione geologica rocciosa unica nel suo genere, dalla forma tagliente e che, a differenza della maggior parte delle montagne che conosciamo, non presenta una punta o una cima appuntita.
Sede della “triple frontera” più suggestiva al mondo.
Cosa ne pensi, sufficiente per destare la tua attenzione?
Il Monte Roraima misura 2800 metri di altezza e se ti è venuta voglia di conoscerlo da vicino lo puoi fare attraverso un trekking di 6 giorni o più, solo ed unicamente accompagnati da guida locale.
E’ un trekking che noi consigliamo vivamente di fare almeno una volta nella vita perché ti porterà dritto dritto nel cuore magico e speriamo inviolabile di questo paese.
Da dove iniziare per organizzare la tua visita alla Gran Sabana o al Monte Roraima?
Puoi scaricare la nostra guida gratuita qui.
Puoi prenotare una consulenza personale nella quale sviscereremo dubbi e domande che ti assillano e ti aiuteremo ad organizzare al meglio il tuo trekking.
Version Española
La montaña sagrada y la comunidad indígena de los Pemones, ¡estamos en Venezuela!
En el gran territorio de la Gran Sabana, entre valles ondulados, ríos exuberantes y cascadas, se erige él, el Monte Roraima.
Parece el comienzo de un cuento de hadas, y quién sabe si para las comunidades que habitan estos territorios lo es realmente, un cuento que, entrelazado con leyendas y mitos, corre por las venas de quienes han habitado estos valles desde siempre.
Hola, somos Sele y Humbe, italiana y venezuelano, viajeros en furgoneta desde hace 8 años. Estoy comenzando a escribir este artículo en el día de Navidad y entre clase y clase aprovecho para desearte felices fiestas y contarte nuestra primera experiencia venezolana. Si quieres mantenerte actualizado sobre nuestros próximos desplazamientos, puedes hacerlo aquí, de forma gratuita.
Llevamos un par de semanas en Venezuela, la entrada no fue fácil; digamos que el primer intento de soborno fue evidente desde el principio en la frontera (frontera terrestre, para ser precisos) pero, afortunadamente, salimos ilesos.
La planificación de nuestra primera excursión en tierra venezolana había comenzado meses antes, cuando aún estábamos en Brasil. Nos habían hablado de 1000 dólares por persona y ya con esta noticia comenzó la búsqueda incansable para verificar precios y posibilidades, porque, está bien que Venezuela es cara y ya lo sabíamos desde el principio, pero ese precio parecía pura locura.
Así que, después de un mes y algo más perdidos en el laberinto de contactos que te pasan otros contactos y que te pasan más contactos, llegamos a él, Alexander, nuestra guía Pemon.
La persona que más que nadie nos transmitió honestidad y amor por lo que hace. Gracias a él pudimos negociar un precio bajo ciertas condiciones y, sobre todo, gracias a él pudimos vivir esta experiencia también con Tobby, nuestro perro.
Entrar en esta parte de Venezuela, viniendo desde Brasil, es como tomar aire,
volver a respirar a pulmón lleno.
Después de muchos kilómetros de tráfico, caos, ruido, ansiedad y calor extremo brasileño, la Gran Sabana te recibe con los brazos abiertos,
regalándote de nuevo esa energía revitalizante combinada con una fatiga física que, sin embargo, es renovación mental. Su brisa mezclada con su silencio nos recuerda una vez más que la sensación de estar en el lugar adecuado, para nosotros, no tiene nada que ver con la ciudad, es solo una inmersión en la naturaleza.
Ese contacto con las comunidades locales que tanto buscamos en Brasil, aquí aún sobrevive. Poblada enteramente por comunidades indígenas que están orgullosas de serlo, con niños descalzos que saludan curiosos y juegan por las principales calles con juguetes que parecen verdaderas obras de reciclaje artístico, casas de arcilla, ríos y cascadas que fluyen llevando consigo minerales preciosos como el cuarzo y el jaspe (que aquí se llama Jaspe), la Gran Sabana parece ser un oasis natural detenido en el tiempo, que depende económicamente y exclusivamente del turismo, sobre todo de procedencia brasileña.
Corazón palpitante de la Gran Sabana y del Parque Nacional Canaima, él, el Monte Roraima, es la montaña sagrada que todo Pemon escalará tarde o temprano y que dentro de la comunidad sigue siendo hoy en día objeto de leyendas y relatos transmitidos oralmente por aquellos que alguna vez fueron antepasados chamanes.
Símbolo de una fuerte energía y conexión con la tierra, la montaña sagrada es la más alta de la cadena de Tepuyes.
“Mundo perdido”, así es conocido, porque su historia nos acompaña desde hace 2 millones de años.
Madre de todas las aguas, así se conoce en la mitología indígena.
Montaña azul, eso significa literalmente en idioma Pemon.
“Pedazo de cielo en la Tierra”.
Caracterizada por una ecología prehistórica que solo se encuentra aquí.
Una formación geológica rocosa única en su género, de forma cortante y que, a diferencia de la mayoría de las montañas que conocemos, no presenta una punta ni una cima afilada.
Sede de la "triple frontera" más impresionante del mundo.
¿Qué opinas, suficiente para captar tu atención?
El Monte Roraima mide 2800 metros de altura y si te ha dado ganas de conocerlo de cerca, puedes hacerlo a través de un trekking de 6 días o más, solo y exclusivamente acompañado por una guía local.
Es un trekking que recomendamos encarecidamente hacer al menos una vez en la vida porque te llevará directamente al corazón mágico y, esperamos, inviolable de este país.
Si quieres descubrir mas puedes hacerlo aqui:
¿Cómo organizar tu visita a la Gran Sabana o al Monte Roraima?
Puedes reservar una consulta personal en la que aclararemos dudas y preguntas que te atormentan y te ayudaremos a organizar tu trekking.
Bellissimo!
WOW .... BRAVA .... X NOI RESTERA' UN SOGNO!!!! GIRO ...